Se dice en los relatos míticos que los aztecas vieron un cometa gran cometa en el cielo, el cual significaba el regreso del Quetzalcóatl y el fin del mundo mexica. Sin embargo, esta no fue la única civilización que vaticinó la caída del mundo prehispánico. Los mayas narran la creación del mundo y su caída o conquista en el famoso mito del Mayab.
El mito del Mayab, la creación del mundo
En las creencias mayas antiguas, tanto el cielo como la noche fueron creados por Itzán Ná, una de las deidades superiores del mundo maya. Este dios lleno de bondad y sabiduría creó la tierra que solo los mejores seres habitarían: el Mayab, que significa lugar de pocos. En esta tierra primigenia existían árboles de talla y follaje fantásticos, exóticas flores amarillas, bondadosos causes de agua cristalina y lagunas.
El Mayab se caracterizaba por ser un lugar donde reinaba la pureza y la paz, pero también por sus criaturas protectoras. Según el mito, el venado, el faisán y la serpiente de cascabel son los guardianes de la tierra sagrada. Cada uno de ellos tenía un deber que cumplir, así: el faisán era el ave que surcaba los cielos y las copas de los elevados árboles, gritando con vigor; el venado corría por todo el Mayab, semejante al viento en ligereza y sutileza; y la víbora de cascabel deleitaba al mundo con la música de sus cascabeles.
La caída del Mayab y la desaparición de los guardianes
Debido a la grandeza y prosperidad del Mayab, los antiguos mayas erigieron esplendorosas ciudades y portentosos templos, viviendo en esplendor por incontables años. Sin embargo, llegó el día en que los sabios soñaron que la fatalidad se acercaba a la tierra sagrada. Se reunió a todos los hombres y se les anunció que pronto vendrían hombres provenientes de tierras muy lejanas, con la intención de arrebatarles la tierra por medio de la sangre, perdiéndose el Mayab.
Ante la funesta noticia, los animales del Mayab reaccionaron de manera radical. Se dice que el venado lloró tanto que sus ojos quedaron húmedos por siempre, hecho que le da un semblante triste. Además, del llanto vertido por el venado, surgieron las múltiples lagunas y cenotes de la región maya. En cuanto al faisán, el ave colorida se internó para siempre en las profundidades de los bosques, donde aún se oculta. Por último, la serpiente de cascabel dejo de tocar su música, ahora produce un sonido espantoso con sus cascabeles antes de atacar y traer la muerte.
La esperanza del regreso de los animales del Mayab
Para colmo de las penas, las profecías se cumplieron y el Mayab cayó ante las armas de los hombres extranjeros. Se dice que los actuales mayas, hijos de la humanidad que pobló el Mayab aún esperan que los animales sagrados regresen a cumplir su misión y protejan la tierra sagrada. Cuando ese día llegue, según cuenta la gente: el faisán volverá a surcar el cielo y cubrirá con su sombra toda la tierra; el venado cruzará toda la tierra de un solo salto, lleno de majestuosidad; mientras que la serpiente olvidará su rencor y volverá a inundar el mundo con su música.