Una de las leyendas de más famosas es la del Callejón del Beso. En la hermosa ciudad de Guanajuato vivió una hermosa joven hija de un minero. De acuerdo a las costumbres de la época, la hija sería casada a voluntad del padre. El futuro esposo sería un anciano muy acaudalado, aunque ella amara a otro joven. Al enterarse del amorío, el padre de la muchacha prohibió que continuarán amándose.
Con la intención de no dejar morir el amor, la jovencita envío a su dama a dar las noticias malas. Cuando el mozo se enteró, su corazón se llenó de desdicha y el llanto escurrió por sus ojos. Sin embargo, encontró una manera de resolverlo: comprar la casa de junto. De este modo, ambos podrían conversar de venta a venta, separados por menos de 50 cm. Así es fue cómo los enamorados continuaron su romance en el Callejón del Beso.
La tragedia del Callejón del Beso
La desgracia no tardó en presentarse, pues el minero acaudalado descubría a su hija con el amado. Sin meditarlo ni un poco, el padre tomó una daga y la clavó en el corazón de la joven. Mientras ella se desangraba, el joven tomaba su mano por la venta. Cuando la mano estuvo muy fría, la soltó, ya sin vida. Desde entonces, a este lugar se le conoce como el Callejón del Beso y es una de las atracciones primordiales de Guanajuato.
Siete años de amor y fortuna
Según la leyenda, quienes visten el Callejón del Beso deben colocarse en el tercer escalón del callejón. Una vez ahí, deben besarse y sólo así podrán disfrutar de siete años de buena suerte y amor. Por el contrario, quienes no lo hagan sufrirán siete años de penuria. Por eso, hay largas colas de enamorados ansiosos por besarse.