En Tamasopo, un famoso lugar del estado de San Luis Potosí, tiene origen la leyenda de Puente de Dios. Este también es el nombre de una famosa cascada, que año con año recibe numerosas familias. Las personas gustan de nadar en sus aguas cristalinas, a pesar de las advertencias de las autoridades. De este modo, muchas personas han muerto ahogadas a causa de los remolinos que se forman en el agua. Sin embargo, también se dice que una vez un niño sobrevivió y encontró a los seres de luz. Es decir, los pobladores más antiguos del lugar cuentan que detrás de la cascada hay un tesoro o un reino de seres luminosos.
Los seres de luz
De acuerdo con la leyenda de Puente de Dios hace décadas José, un niño de 10 años, y su familia llegaron a la cascada. Ellos no sabían que el lugar era peligroso y se dispusieron a nadar. Durante mucho rato los familiares nadaron muy gustosos y pasaron un buen rato. No obstante, no tardaron en ser devorados por los remolinos del agua. El pobrecito de José sólo miraba y lloraba. Como consecuencia, pensó en quitarse la vida él también pero la tristeza lo dejó perplejo. Cuando cayó la noche, notó que detrás de la cascada salieron unas personas resplandecientes.
El niño José no lo pensó dos veces y se arrojó al agua para llegar a la parte posterior de la casada. Desafortunadamente no pudo acercarse mucho y pasó varias horas en el agua. Al estar tan cerca de las personas luminosas, descubrió que no eran humanos. Además, descubrió que en realidad los seres atravesaban uno de los remolinos del lago. Así pues, el niño se lanzó de clavado al remolino y nadó con todas sus fuerzas hasta encontrar un pueblo en las profundidades. Eran los espíritus de los ahogados, entre ellos encontró a sus padres. Aunque él quería quedarse con ellos para siempre sólo pudo estar tres días. Después regresó a la superficie, donde ya habían pasado 30 años. Según la leyenda de Puente de Dios.