El origen de las mujeres es un relato muy peculiar entre el pueblo de los qom, habitantes del chaco argentino. Se cuenta en los mitos qom que en el principio de los tiempos la mujer no existía. Únicamente hombres y animales habitaban el mundo. De hecho, aquellos pobladores primitivos no eran completamente humanos.
En efecto, se considera que al nacer de una calabaza no podían ser hombres. Según esta creencia, los humanos de aquel tiempo depositaban su esperma en calabazas huecas. Después, un nuevo hombre cobraba vida. Por desgracia, la mayoría moría pronto pues no había un seno para mamar y alimentarse.
El origen de las mujeres y el robo de la comida
Por si fuera poco, la comida era muy escasa en aquella época, así que el robo misterioso del alimento preocupó a los qom. Acostumbrados a comer al regresar a casa, cierta tarde no encontraron los víveres. Como solución, encargaron al loro que vigilara desde lo alto.
Así fue como descubrió que las mujeres bajaban del cielo por una soga, robaban la comida y volvían. Sin embargo, tal noticia no pudo ser comunicada ya que las mujeres le quemaron la lengua. Al regresar, los qom seguían sin conocer al ladrón ni el origen de las mujeres.
Al día siguiente, los hombres encargaron al carancho (ave rapaz) que vigilara los alimentos. Dicho animal se escondió entre las hierbas y presenció a las mujeres bajando del cielo. Tras haber cogido la comida, intentaron trepar por la soga pero el pajarraco la cortó con sus navajas.
Las pobres mujeres ya no podían volver y otras más caían a la tierra. Así que finalmente los qom descubrieron a las ladronas, que luego hicieron sus mujeres. A partir de ese evento, la descendencia humana floreció favorablemente. Tal es el origen de las mujeres entre los qom.