Este mito narra la historia de un personaje tradicional en diversos lugares de Colombia; principalmente en la zona de Huila, aunque, como mencionaremos más adelante, en diversos sitios se dice que suele aparecer; siempre con la misma vestimenta característica.
El sombrerón, como se le conoce, era un hombre misterioso al que siempre se le ha visto ataviado con ropajes negros, así como con un sombrero del mismo color. Este personaje usualmente aparece montando un caballo negro que, por las noches, se confunde con las sombras (por lo que es difícil percibirlo).
No se conoce a nadie que haya hablado con él, aunque misterioso, no molestaba a nadie y se le veía por lapsos de tiempo; después, desaparecía del lugar.
Quienes lograron verlo más de cerca hablan de él como un hombre, no anciano, pero sí de edad madura, siempre bien vestido (por lo que probablemente pertenecía a una familia acomodada) y de facciones serias.
En diversas poblaciones se dice que los días en que más solía aparecer eran los viernes; sobre todo los viernes de la cuaresma, así como los viernes santos. Sus apariciones sucedían de improviso y del mismo modo era como se le dejaba de ver
En otros lugares se dice que las apariciones de “El Sombrerón” no eran para nada silenciosas, sino que atravesaba las calles de los poblados y ciudades silbando, y corriendo por los empedrados con su caballo.
Algunos sitios en los que históricamente se le ha divisado y donde se le sigue observando son en Andes, Medellín, Bogotá, Tolima, Huila, Bolívar, Jardín, entre otros.
No solamente se le conoce como El Sombrerón, sino que dependiendo de la región colombiana donde nos ubiquemos pueden referirse a él así o como “El jinete negro”, por su tradicional vestimenta y sus apariciones en un caballo negro.
Le falta más información a la historia porque solo dice como su biografía pero no se concentran tanto en la historia