Cuentan los más viejos, que de la laguna de Iguaque por el principio de los tiempos salió una mujer que nombraron Bachué, con ella salió un niño pequeño como de unos tres años. Juntos vivieron en una choza a la orilla de la laguna hasta que el pequeño cumplió edad para unirse a ella.
Juntos tuvieron tanta descendencia ya que en cada parto ella daba a luz a cuatro o seis hijos, que así fueron poblando la tierra, ya que ellos se movían demasiado entre territorios, dejando hijos por todas partes. Hijos tan blancos como la nieve, pulidos como el bronce y oscuros como el carbón, debido a los territorios que iban habitando.
Se dice que Bachué creó al hombre débil y a la mujer fuerte; la mujer tiene una conexión con la madre tierra y siempre evoluciona, por ejemplo al nacerle los pechos y así alimentar a su descendencia.
Llego el día en que la tierra estuvo repleta de hombres, que ellos decidieron regresar a su origen, volviendo a la laguna de Iguaque y ahí dieron un mensaje de unidad a sus vástagos, exhortándolos a la unión y a conservar la paz entre ellos. Les dejaron leyes y preceptos que deberían seguir para preservarse entre ellos.
Terminando de despedirse ambos se convierten en dos serpientes y se sumergen en la laguna dejando la tierra poblada de sus hijos e hijas. Cuentan los lugareños que Bachué no los ha abandonado del todo, pues si se le pide en oraciones y rituales ayuda y suplicio, ella acude para responder el llamado de cualquiera de sus hijos.
También cuentan los más viejos que Bachué regresa cada vez que invocan un ritual de agradecimiento a su favor, y en ocasiones se le suele ver en forma de serpiente rondando la laguna mientras su ritual de agradecimiento es invocado.
genigenial amiguitos
gracias pero no era este