Arrastrando su vestido y sus penas, acompañada de alaridos largos, se oye a lo lejos, se oye más cerca. Busca entre los ríos, los arroyos, las plazas y las calles. Busca a sus hijos, busca perdón. Tiemblan los niños, se preocupan las madres, se parten los corazones. Ahí va La Llorona, La Llorona de los ríos…
La Leyenda de La Llorona
Entre las múltiples leyendas del folclor mexicano, la leyenda de La Llorona ocupa un destacado lugar. Ya sea por el halo de dolor y desgracia que rodea su historia, ya sea por las múltiples obras artísticas que inspira, La Llorona sigue siendo la historia del amor desgarrador y el horror incurable del pueblo mexicano.
La leyenda de La Llorona posee muchísimas versiones. Algunos cambian su lugar de origen, su nombre o los lugares donde aparece. Para muchos es inofensiva, para otros arrebata el alma de los niños más pequeños de los hogares mexicanos. Y para algunos más, es musa de la desgracia y el desamor.
A pesar de las interpretaciones, la tradición dice que la historia de La Llorona tiene sus orígenes en la Ciudad de México del siglo XVI, aún propiedad de la Corona española, y es la historia de un amor trágico.
Entre las múltiples leyendas del folclor mexicano, la leyenda de La Llorona ocupa un destacado lugar. Ya sea por el halo de dolor y desgracia que rodea su historia, ya sea por las múltiples obras artísticas que inspira, La Llorona sigue siendo la historia del amor desgarrador y el horror incurable del pueblo mexicano.
La leyenda de La Llorona posee muchísimas versiones. Algunos cambian su lugar de origen, su nombre o los lugares donde aparece. Para muchos es inofensiva, para otros arrebata el alma de los niños más pequeños de los hogares mexicanos. Y para algunos más, es musa de la desgracia y el desamor.
A pesar de las interpretaciones, la tradición dice que la historia de La Llorona tiene sus orígenes en la Ciudad de México del siglo XVI, aún propiedad de la Corona española, y es la historia de un amor trágico.
La Llorona también fue mujer
Se cuenta que La Llorona era una mujer india que cayó locamente enamorada de un caballero español. Ambos mantuvieron su romance en secreto y este dio por fruto a tres hijos, con quienes la humilde mujer era una madre tierna y entregada. Sin importar los hijos, el caballero español evitaba el trato con la indígena porque ponía en juego su acomodada posición. De por si dramática la relación, la nativa enloqueció cuando su hombre contrajo nupcias con una española.
Después de ser abandonada con sus tres hijos, La Llorona se hundió en un profundo dolor que la orilló a la locura. Presa de sus delirios, ahogó lentamente a sus hijos en un río; creyendo salvarlos de la pena. Al poco tiempo, la culpa y desconsuelo la llevaron a quitarse la vida.
A pesar del terrible final, el dolor continuó porque su espíritu fue condenado a vagar hasta recuperar a sus hijos: mismos que nunca ha de encontrar. De este modo, va por el mundo gimiendo terroríficamente: ¡dónde están mis hijos!, ¡dónde están mis hijos!
En tiempos posteriores al origen de la leyenda, aún en la era de la Nueva España, el temor hacia La Llorona fue tan grande, que se declaró toque de queda en los barrios de la Ciudad de México. Se creía que aquel que viera a la Llorona se volvería loco o moriría.
¿Todavía se aparece La Llorona?
La Llorona no sólo se aparece en México, en Chile encontramos a La Pucullén; En Colombia, La Tarumama; y En Guatemala, María de Guatemala. Estos rasgos culturales viven aún.
Sin duda, la trágica leyenda de La Llorona seguirá viva en la fantástica visión del mundo de los pueblos latinoamericanos. Y Aunque vivamos en tiempos donde el asombro fue desplazado por la ciencia y la tecnología, creo que nadie quiere encontrarse todavía a La Llorona.