Si viajas a Santiago de Querétaro, en el centro de la ciudad encontrarás la casa de la Zacatecana. Este nombre hacer referencia a una mujer que originaria de Zacatecas que vivió en ese lugar durante los años 1800. Según se cuenta, el matrimonio se instaló en la ciudad debido al auge de la minería. Además, se sabe que el marido de la Zacatecana era un rico minero. Debido a su trabajo, el caballero pasaba varios días fuera de casa. Mientras tanto, la gente rumoraba que la mujer cometía infidelidades con los criados. Aunque nadie lo pudo comprobar, todos lo daban por hecho.
La terrible verdad de la Zacatecana
La misma leyenda de la Zacatecana nos dice que una ocasión el marido de la mujer desapareció. Había pasado más de un mes y nadie tenía noticia del esposo. Por su parte, la señora justificaba aquella ausencia diciendo que él había regresado a Zacatecas para encargarse de unos negocios. Sin embargo, lo que realmente había sucedido fue la esposa lo asesinó para poder continuar un amorío con uno de los criados. Por si fuera poco, enterró el cadáver el patio de su propia casa. A pesar de la discreción todos lo rumoraban en el pueblo.
Cuando la Zacatecana no soportó más el desprestigio social asesinó a su propio amante. Debido a que la opinión de la gente la consumía, no tuvo más remido que librarse del criado. Del mismo modo que su marido, la del Norte mató al sirviente. Sin conocer los límites del pecado, la mujer enterró el cadáver en el mismo sitio donde sepultó al marido. Al igual que antes la gente continuó hablando de estas atrocidades. De hecho, a principios de los años 1900 encontraron dos cadáveres masculinos en el patio de aquella casona. Hoy en día la leyenda de la Zacatecana es tan famosa que la casa fue convertida en museo.