Quienes hayan visitado el San Miguel de Allende en Guanajuato seguro habrán escuchado la leyenda del convento de San Miguel. Se sabe que este convento es el más antiguo de la Nueva España pues fundado tan sólo 20 años después de la caída de Tenochtitlan. Por aquel tiempo, la sociedad estaba divida en castas. Lo cual significaba que las personas de la élite, españoles y criollos, no podían mezclarse con otras razas. Sin embargo, una mujer, que aseguran llevó por nombre María, se enamoró de un mestizo. Pero el hombre falto de linaje no veía en ella más que la oportunidad para enriquecer y ganar prestigio.
Un amorío trágico en la leyenda del convento
Cuenta la leyenda del convento de San Miguel que los hermanos de lo joven María se opusieron rotundamente a tal amor. Por supuesto, el indio declaró que nunca se alejaría de María porque era su boleto a la riqueza y la opulencia. En determinado momento, los hermanos intentaron asesinarlo pero tramaron una mejor solución. Al tratarse de un hombre codicioso bastó con ofrecerle una fuerte suma de monedas de oro. Éste las aceptó y desapareció sin decir nada a la enamorada María. Como consecuencia, la mujer española cayó en una severa tristeza. La única solución fue internarla en el convento.
Una vez en el claustro del convento, María fue empeorando. A medida que pasaban los días adelgazaba más y su corazón sufría amargamente. No pasó mucho tiempo cuando tomó una decisión fatal. Aquella noche, se arrodilló ante la figura de nuestro señor y pidió perdón. Después, a la media noche, salió al patio y se ahorco en la rama de un frondoso árbol. La noticia fue terrible para los hermanos, quienes morirían trágicamente al año siguiente. En cuanto a María, dicen las monjas que han visto a su fantasma colgado en la misma rama del árbol. Tal es la leyenda del convento de San Miguel.