Los aluxes son deidades mayas relacionadas con la agricultura. Desde tiempos ancestrales, los mayas de la península de Yucatán y Guatemala han creído en estos personajes. Según los mitos, los aluxes son seres diminutos no más altos que un niño pequeño. A pesar de su apariencia son criaturas dignas de mucho respeto.
Criaturas diminutas y traviesas
Estas criaturas suelen ser descritas como hombres pequeños que visten a la usanza maya. Los relatos orales describen a un ser que apenas llega a la rodilla de un adulto. Su cuerpo no es deformo en proporción, sino que es un hombre en miniatura. Los aluxes suelen llevar las antiguas vestimentas del pueblo maya, los que los dota de un carácter solemne.
En cuanto al carácter, el aluxe es una criatura de naturaleza traviesa pero no maligna. Por las noches, los rayos de la Luna hacen que los aluxes dejen su escondite. Una vez en el campo, comienzan a correr, brincar, danzar y silbar. En ocasiones arrojan piedras e incluso roban el fuego, causando el enojo de las personas. Sin embargo, a un aluxe hay que tratarlo bien para obtener su favores.
Los guardianes de las cosechas
Los aluxes son seres divinos que cuidan las cosechas. Según las tradiciones mayas, cuando un campesino va sembrar su cosecha debe atraer a un aluxe. De acuerdo con el mito, estas criaturas habitan en el corazón de los cenotes y grutas. Para traer de las profundidades a estos seres, el labrador debe elaborar un kahtal alux o casa del aluxe.
Los aluxes son atraídos por las ofrendas colocadas en el interior del kahtal alux. La casa del aluxe suele ser pequeña y se coloca cerca de la milpa. Los materiales empleados puedes ser cualesquiera, desde madera o piedra. Lo más importante es colocar en el interior regalos como miel, pozole y una gran variedad de dulces típicos. Si estos son del agrado del aluxe, el campesino tendrá su protección durante años.
Un aluxe puede atraer la desgracia
Luego de siete años de protección, el aluxe debe ser sellado en su casa. Como nos cuentan los relatos, durante siete años el aluxe cuida la milpa del campesino. El trabajo del aluxe consiste en espantar las plagas, los malos vientos, los animales de rapiña y los bandidos. Cuando haya terminado el plazo, el labrador debe sellar al aluxe. De lo contrario, este se saldría de control y actuaría en contra de la familia.
Se dice que un aluxe puede traer la abundancia o la desgracia. Aunque tengan un tamaño diminuto los ancianos tienen mucho respeto hacia estos seres. Se cree que si se da un trato respetuoso y atento al aluxe, este proporciona todo tipo de bienes a la gente. Pero hay que tener cuidado de no hacer enfadar a uno, pues podrían traer crisis, enfermedad y muerte. Así pues, es común escuchar historias de familias que fueron destruidas por los infortunios del aluxe.
El aluxe aún cuida las milpas
En la actualidad, los campesinos de comunidades indígenas del extremo sur de México siguen haciendo altares a los aluxes. No importa que la figura del aluxe sea sólo un producto del imaginario maya, los agricultores mayas de nuestros días creen firmemente en ellos. Sería un error obvio no hacer la casa del aluxe cuando se va a sembrar, nadie quiere que su cosecha se mal logre. De este modo, queda claro que el aluxe es un espíritu protector de las cosechas. Si ellos están contentos, los frutos serán abundantes.
Finalmente, el aluxe es uno de los seres fantásticos más populares entre el folclor mexicano. El aluxe representa la picardía del mexicano, una esencia relacionada con el festejo y lo místico.