En la región purépecha, en Michocán, hay un famoso lago: el lago del Zirahuén. Sin embargo, este espejo de agua no siempre fue un cuerpo lacustre. En épocas prehispánicas era un valle entre los cerros Zirahuén. En dicho lugar, habitaba una tribu poderosa que tenía muchos enemigos de guerra. A pesar de ello, el pueblo vivía con esplendor.
Cuando la hija mayor del cacique, una mujer de extraordinaria belleza, estaba lista para casarse sucedió un dilema. La doncella se enamoró de un joven guerrero, dirigente de varios ejércitos rivales. No obstante, los jóvenes se amaban y estaban dispuestos a todo. Cuando el padre de la doncella supo del romance, pensó en un elaborado plan. Así que dijo a su hija que hiciera venir al guerrero sin compañía, a las tierras del actual lago del Zirahuén.
Un dilema de muerte y amor
Una vez que el capitán de los ejércitos estuvo frente al cacique, pidió a la mujer en matrimonio. Pero el gobernante le pidió pelear contra sus mejores guerreros y vencerlos. De otro modo, moriría y no podría estar con su amada. Tras librar feroces batallas, el extranjero hizo caer a los mejores combatientes. De este modo se presentó de nuevo ante el líder de la región del lago del Zirahuén para tomar a su mujer. Desafortunadamente, el padre lo desafío a pelear a muerte contra él.
Nacimiento del lago Zirahuén
La pobre doncella no pudo consentir un duelo a muerte entre su padre y amado, así que los detuvo. El joven militar no tuvo más remedio que renunciar a su amor y desparecer por siempre. Pero la doncella estaba tan triste, que se retiró a llorar en los cerros más altos. Se dice que fue tanto su llanto que el valle se inundó con las lágrimas hasta formar el actual lago del Zirahuén. Además, la princesa murió ahogada entre las aguas.